La mejora no siempre viene con un software nuevo
PROCESOSMEJORA CONTINUALEAN
Kleber Alvarado
10/6/20252 min read


En el mundo empresarial actual, solemos asociar la palabra mejora con tecnología. Pensamos que para ser más eficientes necesitamos automatizar, digitalizar o comprar la última herramienta del mercado. Y aunque la tecnología es, sin duda, una gran aliada, muchas veces olvidamos que las verdaderas mejoras nacen en lo simple: en la forma en que hacemos las cosas cada día.
La mejora continua no siempre requiere una gran inversión. A veces comienza con una observación: “¿Por qué hacemos esto así?”, “¿realmente necesitamos tres firmas para aprobar algo?”, o “¿qué pasaría si ordenamos los materiales de otra manera?”. Estas pequeñas preguntas son el punto de partida para rediseñar procesos y liberar tiempo, esfuerzo y frustraciones.
Un ejemplo claro es cuando un equipo define un orden lógico para archivar documentos o estandariza el formato de un informe. Esa acción, aparentemente mínima, puede ahorrar horas de búsqueda y duplicidad de trabajo. Otro caso: simplificar la forma en que se comunican las tareas entre áreas, eliminando pasos intermedios o aclarando responsabilidades. No hace falta un sistema costoso para mejorar la coordinación; a veces basta con una buena reunión o una hoja de ruta clara.
Las pequeñas mejoras son las que construyen una cultura de eficiencia. Cuando cada persona busca una manera más práctica de hacer su trabajo, se genera un efecto multiplicador. Esas acciones cotidianas —reducir esperas, eliminar retrabajos, estandarizar un formato— terminan impactando en los resultados globales: más productividad, menos errores y clientes más satisfechos.
La automatización llega para potenciar lo que ya está bien diseñado. Pero si los procesos son confusos, digitalizar solo multiplicará el desorden. Por eso, antes de invertir en tecnología, conviene revisar si el flujo actual tiene sentido, si hay pasos que sobran o si las tareas están realmente alineadas con los objetivos del negocio.
En resumen, mejorar no siempre significa comprar. Significa pensar distinto. Significa buscar la manera más simple, lógica y efectiva de trabajar. Las grandes transformaciones empiezan con pequeñas acciones, y esas pequeñas acciones son las que marcan la diferencia entre una empresa que “sobrevive” y otra que evoluciona con inteligencia.
